Saboreando Asturias
Asturias ha sido elegida por el New York Times entre los mejores 50 destinos en 2020, y si algo tenemos que destacar además de sus espectaculares paisajes, es su cocina. Aunque reconocemos que Asturias es la debilidad de Lola y aquí no somos del todo objetivos, la gastronomía asturiana es conocida mundialmente y prueba de ellos son sus 8 estrellas Michelin (actualización 2021). En este post recorreremos Oviedo, Gijón, Siero, Candamo y Asiego, descubriendo sus mejores chigres, cómo llamamos allí a los locales de sidra, esos que no aparecen en las guías y todo sin olvidarnos de dejar un hueco para el postre.
Gijón: dulce y salado junto al mar
La variedad de sitios donde darse un buen homenaje en Gijón es enorme, por eso se nos ha hecho complicado elegir solo cuatro. Comenzando por la zona de Cimadevilla (casco viejo y antiguo barrio de pescadores) os recomendamos Sidrería El planeta (Tránsito de las Ballenas, 4) donde podréis probar pescado fresco en cualquier época del año. Además se encuentra justo en la llamada Cuesta del Cholo, nuestra zona preferida para tomar unas sidras al sol los meses de verano.
En pleno centro, se encuentra el Restaurante El Sueve (C/Domingo García de la Fuente, 12), especialista en carnes con más de 30 años de historia. La carne roja a la brasa de carbón vegetal y su amplia oferta de vinos, hacen de esta parrilla una parada obligatoria en Gijón. A pocos metros, destacamos otra parrilla, esta vez de carnes y pescados: el Mesón Sancho (C. de la Merced, 33), conocido por sus mollejas sazonadas con ajo y perejil y su chuletón.
Para los más sibaritas y algo más alejado del centro, en el barrio de Somió está Restaurante La Pondala (Av. Dionisio Cifuentes, 58), un verdadero placer para los sentidos. Sus especialidades son el roast beef con su puré de patatas, verdinas con almejas (en temporada) y su tarta de la casa de turrón.
La gastronomía asturiana se caracteriza por su gran variedad de postres típicos como el arroz con leche, casadielles (empanadillas dulces rellenas de nuez, azúcar y anís) o la tarta de queso. Por eso no podíamos dejar de recomendar las mejores pastelerías donde darnos un capricho. Nuestra favorita: la Confitería La Playa (Calle Corrida, 61), que desde 1921 sigue endulzando Gijón con sus especialidades como las princesitas, el souffle de fresa o la tarta gijonesa (tarta típica de hecha a base de turrón y almendras).
Si visitáis la ciudad en verano, os recomendamos la heladería Islandia (Calle San Antonio, 4) una verdadera institución en la ciudad. Es conocida por sus singulares sabores de helados como el de erizos de mar, fabada o queso Cabrales; si sois más tradicionales, podéis decantaros por la leche merengada o el polo de Requexón, igualmente deliciosos.
Oviedo: los más tradicionales
A apenas 28 km de Gijón, Oviedo: ciudad de la Regenta de Clarín es una parada obligatoria en vuestro viaje por Asturias. Si queréis continuar comiendo de lujo, os recomendamos otro de nuestros preferidos de la capital, la Sidrería el Ovetense (Calle San Juan, 6), un restaurante con más de 60 años de historia situado en pleno casco antiguo. Sus especialidades son el jamón asado, pollo al ajillo y fabada; cuidado con las raciones!
En pleno boulevard de la sidra, se encuentra Restaurante El Ferroviario (Calle Gascona, 5). Con platos algo más elaborados que en una sidrería normal, pero sin perder la esencia de la cocina asturiana. La tortilla de bacalao, la lágrima de cerdo ibérico y su cachopo (uno de los platos asturianos más exportados), lo convierten en un acierto seguro. Además podréis probar alguno de sus más de 10 palos (variedades) de sidra, y todo esto sin moveros de Oviedo.
La perdición de Lola en Oviedo, es la Confitería Rialto (Calle San Francisco), verdaderos creadores de las moscovitas (finísima masa de chocolate y almendra) que han llegado hasta Nueva York. Sin duda uno de los mejores souvenirs que os podéis llevar en este viaje. Pero no os olvidéis de probar sus carbayones, postre típico ovetense hecho a base de almendra y yema.
Asiego: parada en el camino con las mejores vistas
En plena ruta del queso y de la sidra, se encuentra Asiego un pueblo con las mejores vistas al pico Urriellu (o Naranjo de Bulnes). El mejor lugar para reponer fuerzas es Casa Niembro, un pequeño restaurante, de los de toda la vida, especialista en queso Cabrales (también en venta en el restaurante) donde hemos probado los mejores tortos con picadillo y jabalí con castañas.
San Román de Candamo: una estrella verde
A solo 8 km de Pravia, antigua capital del reino Asturias, se encuentra uno de nuestros preferidos: el Llar de Viri (Tresquilos, 22, Cadamo), galardonado con una estrella Michelin verde en 2021 por su afán en preservar la naturaleza y sostenibilidad en sus platos. En este negocio familiar, querréis probarlo todo! Al llegar os recitarán la carta y recomendarán cómo ajustar las raciones para que podáis probarlo todo (o casi todo). Os recomendamos los pimientos (de casa) rellenos de carne, la fabada, el cordero xaldu (autóctono del principado) o el rollo de bonito (solo en temporada). Sin olvidarnos del postre, tarta de manzana con dulce de sidra, tarta de queso al horno o fresas de Candamo en temporada, todos ellos caseros; la verdad que no sabríamos con cual quedarnos. Y por último, el auténtico café de puchero, el de toda la vida.
Siero: un llagar y la mejor fabada
A 10km de Oviedo, en el corazón de Asturias, se encuentra Sidra Juanin (Lugar Fozana De Abajo, 4), un llagar (lugar que produce su propia sidra) con restaurante propio. Abierto solo en festivos, cuenta con un menú diario de menos de 15 EUR con platos caseros: fabada, escalopines o carrilleras, con sidra escanciada desde el tonel. Todo realmente auténtico y exquisito! Y si vais con tiempo podéis conocer también su llagar.
Este es una pequeña muestra de nuestros sitios preferidos de Asturias, en todos hemos estado y disfrutado, pero seguro que hay muchos más. Y vosotros tenéis alguna recomendación?
Si seguís de viaje por el norte, os recomendamos continuar hasta San Sebastian, para descubrir la ciudad y sus alrededores, siguiendo nuestro post «San Sebastian (y alrededores) para principiantes«.